Sirviendo de estandarte para este equipo, disfrutamos en nuestro ataque del halcón peregrino, un depredador persistente que no se arruga ante nada. Nos demuestra en cada partido, que con sacrificio se consiguen los éxitos. Su actitud arrolladora en el campo, contagia, no solo a los que están dentro del terreno de juego, sino también a los que están fuera.
Seguramente hablo por todos cuando te digo que eres UNA PUTA MAQUINA, ver como no das un balón por perdido, nos inyecta en las venas adrenalina pura.
Necesitamos que sigas cazando con este ritmo, porque ya sabes del dicho:
¡Ave que vuela a la cazuela!
Vamos a por el próximo
